Breve aproximación historica de la Cartuja de Valldecrist.
Vall de Crist: Se denominó así el valle que la leyenda asemeja al valle de Josafat, aparecido en los sueños del Infante Martín el Humano como lugar ideal donde debería fundar un monasterio cartujo.
Ofrece, a poco más de 1 km. de la Villa de Altura, un atractivo paisaje que combina la naturaleza, la cultura y la Historia.
Su fundación se debe al rey de Aragón Pedro IV "El Ceremonioso", a petición de su hijo el infante Don Martín, en tierras pertenecientes al término de Altura. El 21 de Abril de 1383 el Papa Clemente VI, concedió el permiso para levantar la Cartuja, y el 8 de junio de 1385 tomaban posesión de la misma los primeros cartujos. En 1386 comienza la construcción del claustro primitivo y se coloca la primera piedra en la iglesia de San Martín.
En el año 1399 D. Martín es coronado y, por su expreso deseo, se edifica el nuevo claustro y una Iglesia de mayores proporciones, la iglesia mayor. Concedió a Vall de Cristo el señorío de Altura y Alcublas, con todos sus derechos y pertenencias. Vall de Crist incremente progresivamente su patrimonio con la recepción de donaciones, privilegios, gracias reales y papales, herencias y compras. La Cartuja se transforma así en un importante núcleo de poder económico, cultural, religioso y político cuya relevancia queda patente en los siglos sucesivos. Bonifació Ferrer, artífice del Compromiso de Caspe, o Luis Mercader, confesor de Fernando el Católico, son algunos de sus influyentes priores y valedores.
El monasterio alcanza uno de su últimos momentos álgidos en 1785, fecha en que se constituye la Congregación Nacional de Cartujos Españoles y se elige como residencia perpetua del definitorio La Cartuja de Vall de Crist.
Sin embargo, a principios del siglo XIX comienza un periodo en el que se suceden las crisis. La ocupación francesa y el Decreto de Suspención de Ordenes Religiosas, la supresión en 1820 de las instituciones monacales y la definitiva expulsión ordenada el 25 de julio de 1835 por Real Decreto suponen los episodios finales de un monacato en decadencia. El epilogo a la desamortización tendrá lugar el 9 de noviembre de 1844, fecha que se subastan y fraccionan en manos privadas los bienes de la cartuja.
Considerada como una de las más ricas de la Península, constituye la quinta fundación Cartujana en España. La orden cartuja fue fundada en 1084 por San Bruno, personaje nacido en Colonia a principios del siglo XI que combinó en las reglas de la Orden Cartuja la tradición eremítica y la vida en común cenobítica. La Cartuja de Chartreusse, un lugar alejado en las montañas perteneciente a la Diócesis de Grenoble, constituyó el primer monasterio erigido baja la regla cartujana. Scala Dei (1163), en Tarragona fue la primera fundación en España, secundada en tierras valencianas por las Cartujas de Porta Coeli (1274) y Vall de Crist (1385).
Los recintos cartujanos se construyeron aislados del mundo, sobre una gran extensión de terreno, del que obtienen sustento. La vida del cartujo es solitaria y contemplativa, dedicando buena parte de su tiempo a orar, estudiar y realizar trabajos manuales.
Este magnífico conjunto monástico, en origen (S.XIV) de estilo gótico y que durante el siglo XVII sufrió las trasformaciones del neoclásico, tuvo un desarrollo a lo largo de seis siglos. En algunos momentos de su Historia, los conventuales se vieron forzados a dejar la Cartuja, acaeciendo el primer abandono en 1706, a consecuencia de la guerra de Sucesión, y la definitiva exclaustración en tiempos de Isabel II (1835).
Demolida y vendida varias veces, casi en ruinas en 1991 y tras la compra del recinto por parte de la Conselleria de Cultura, dió comienzo el proceso de consolidación y restauración a través de una Escuela Taller.
Actualmente este proceso parece estancado, los que la apreciamos esperamos verla recuperarse día a día, para que un futuro no lejano sea un lugar de disfrute y estudio para todos.
Nota: Notas: texto que habia en la página original sobre la Cartuja en www.villadealtura.com. En pruebas.