Masía de Rivas.
(Pilón de Rivas - La
Pota de Caballo - Senda Magaña)
Situada a 8
km. de la Villa de Altura, por la carretera que nos lleva al Santuario
de la Cueva Santa y Alto de Montmayor, en dirección a la localidad de Alcublas.
(carretera comarcal C-224).
Se cree,
que es una construcción de origen medieval. Sólo existe una declaración
de testigos ancianos sobre las costumbres y usos que tenían los masoveros del lugar de
Rivas, ante el escribano de Altura, Juan Andreu, de 1412. Parece ser que era una alquería
dependiente de la villa de Altura, por eso, al no existir constancia del establecimiento
en este lugar de propietario alguno, cuando se produjo la donación de D. Martín de las
Baronías de Altura y Alcublas a la Cartuja, esta tomó posesión de su dehesa. El auto de
amojonamiento se produjo en 1601 y se aplico la pena de monta y degüella a partir de
1748. Anteriormente se celebraron varios juicios contra ganaderos por pastar dentro de los
límites de la dehesa y siempre les fue impuesta una multa de 3 libras.
Durante el siglo XVIII, a través
de cambios y numerosas compras directas, amplio la Cartuja sus posesiones en esta zona,
que pasaría de ser exclusivamente ganadera, a estructurarse como masía y predominando
desde entonces la explotación agrícola. Esencialmente se trata de pequeñas y medianas
parcelas pertenecientes a distintos propietarios y en las que predominan los cultivos de
la vid y el olivo. Se han encontrado más de veinte transacciones, con una extensión que
oscila entre 1´5 y 8 jornales, pero que en total suman de 250 a 300 jornales.
Aunque no existen datos concretos, se cree que
estas transacciones constituyeron el fundamento de la Masía de Rivas, de la que se dice
que al construirse sus fundamentos y posteriormente su bodega, se encontraron infinidad de
sepulcros y dentro osamentas, confirmando este hecho, la creencia generalizada de que este
lugar había estado habitado en otra época,
El abrevadero y la balsa, que se nutrían de la
Fuente de Rivas, fueron construidos por el convento a mediados del s. XVIII. Hay numerosos
testimonios escritos que reflejan el hecho de la disminución del caudal del agua de la
fuente debido a años de escasez de lluvias. En agosto de 1772 se tuvo que abrir y limpiar
la acequia de conducción. Quedo cubierta y cerrada el 6 de agosto y las obras
determinaron que saliera casi el doble de agua. Es un ejemplo de como por todos los medios
se buscaba la intensificación de los cultivos.
Los monjes declararon haber recogido en 1776, 4000
cántaros de vino y 147 arrobas de aceite.
Tras el cierre de la Cartuja debido a la
desamortización, la masía paso a manos de particulares, que se trajeron la cruz gótica
del cementerio del Claustro Mayor de Vall de Crist, y la instalaron en el camino de
entrada a la masía. Esta cruz fue colocada en su lugar de origen el 23 de Mayo de 1423, y
fue costeada por Margarita Madriz, madre de un monje profeso de Vall de Cristo, siendo
enterrada a su muerte al pie de la Cruz.
¿Qué visitar en las cercanías
en La Masía de Rivas.
Siguiendo la carretera para ir en
dirección al Santuario de la Cueva Santa, y circulando por
ella nos encontramos con dos blancos pilones que mucho tienen que ver con la
historia de la Virgen de la Cueva Santa.
El primero, llamado el "Pilón
de Rivas", aparece nada más subir el repecho que hay junto a la masía de Rivas,
en la cuneta izquierda, y hace alusión al lugar en el que, se cuenta, que la Virgen de la
Cueva Santa desaparecía de la cesta en la que pretendía llevársela a su jericana casa
Isabel Monserrate, donde a su criterio permanecería en mejores condiciones que en aquella
cueva llena de ganado, donde días antes había curado su marido Juan de la lepra que
padecía, tras ser lavadas las llagas con el agua que destilaba la roca, al tiempo que
ella rezaba fervorosamente a la Virgen Blanca que allí moraba. Fueron varias las veces
que intento llevarse la Virgen a casa, pero cada vez que llegaba a este punto y abría la
cesta, la Virgen ya no estaba en el interior, lo que llevó a pensar a Isabel que lo que
la Virgen intentaba decirle era que deseaba permanecer en la Cueva, donde podría asistir
a todo aquel que se lo solicitase. En conmemoración de aquel prodigio se erigió este
pilón.

El segundo pilón se encuentra un
kilometro más adelante, sobre una pequeña colina, resaltando la blancura de sus paredes,
en contraste con la verde pinada que lo envuelve. Este pilón es el conocido como el de
"La Pota de Caballo", pues en su base, se distingue el hueco que una
caballería realiza cuando pisa en barro, lo que en lugar de barro, es piedra el lugar
donde se observa la huella.
Por el circuló hace siglos un
soldado apostado en Segorbe, que bajaba de Alcublas con una fea carga en su conciencia. Se
cuenta que al llegar a este punto, el caballo clavó su pata en la roca haciendo caer al
jinete, que atónito observaba que el animal no era capaz de avanzar, pero sí de
retroceder. Absorto esta meditando sobre lo ocurrido cuando de pronto se le apareció la
Virgen, que le comunico que si no subía a librarse de sus malos pensamientos en
confesión, no podría proseguir su camino. El soldado, sobrecogido por la aparición
divina, tomo de nuevo las riendas, y se volvió hasta el Santuario. Allí se confeso
arrepentido ante el cura, y una vez absuelto, se dispuso a volver al cuartel de Segorbe,
pasando por este punto, sin percance alguno, ni propio ni del caballo.
Para poder acceder hasta el propio pilón
hay que ascender un corto acceso habilitado a tal propósito, o subir por la restaurada Senda
Magaña, habilitada en la actualidad como sendero PR, siguiendo el itinerario
utilizado desde tiempos inmemoriales para ir a Alcublas. (En breve se incluira la
descripción y plano de la senda.)


En sus inmediaciones esta la fuente de Rivas, junto a esta un Bar (Bar
de Rivas) donde podremos saborear un estupendo almuerzo o comida, especialidad
"Paella". También podemos realizar una tremenda subida, por un camino rural,
recientemente asfaltado, que nos llevara al "Coto el Calarizo",
donde los aficionados a la caza y al buen comer encontraran su hábitat. Seguidamente
podremos visitar sus "corrales" donde veremos jabalíes, caballos, burros, y
ganado vacuno que podremos torear en su magnifica plaza de toros.
Algunos columpios para los niños, mesas y paelleros completan la oferta
del "Coto el Calarizo".
|